martes, 18 de octubre de 2011

EXPERIENCIA TRANSFORMADORA

Con la huella que fui dejando al escribir sobre los diferentes pasos que en los últimos años he dado, reconozco que muchas cosas dejaron lugar a un nuevo proceso.
Ya escribir sobre la vida como un proceso es un cambio para alguien que siempre necesito ver para creer. Pero como la base esencial no cambia, creo en algo aunque no necesito verlo, pero se que existe, el Universo.
Es un gran paso, observarlo y tratar de comprender como pueden esas diferentes energías de manera sincrónica nos muestran ejemplos de sus diferentes movimientos.
Si bien desde hace seis años los cambios fueron sucediendo unos tras otro, en estos momentos cada paso es dado con cierta dosis de comprensión.
Por eso dejo que las cosas fluyan, no pongo un límite mayor de lo que considero mis fuentes, así fue como una mañana arregle con una persona que en la distancia venia conociendo y me traslade toda una noche para llegar hasta su hogar.
El recibimiento fue interesante, un delantal, mas un palo de amazar, y a poner mis manos en la masa para ir dando forma a unos panes caseros.
Este ser es una especie de consejero, es mi amigo espiritual, desde hacia meses a la distancia lo consultaba con su maso de cartas gitanas. Ahí surge por primera vez el nombre de San jorge, como buena no creyente, me quede con su explicación y renegué hasta no hace mucho, no encontraba relación entre ese Santo y yo, mucho menos con algún seguidor de él.
Pero de repente el conocido guerrero con su famosa leyenda donde mata a un dragón, empezó a aparecer en todo tipo de letreros. Por supuesto no dejó nunca de aparecer en las cartas de mi amigo, por eso un día lunes de julio durante una mañana lluviosa en Buenos Aires, arregle hacer el viaje relámpago para poder hacer el corte en personas del tarot de mi consejero.
Al segundo día, luego de almorzar saca esas viejas cartas, admito que a mi no me dieron mucha tranquilidad, pero comenzó un aprendizaje interno. En su lectura, la cual respeto mucho, aparecían datos que me afectaban a mi, pero no estaban destinados a mi persona.
Como todos estamos acostumbrados que estas historias vengan de la mano de personas que buscan lucrar, aclaro que mi amigo espiritual jamas me cobro un peso, ni por las consultas ni por el trabajo que tuvimos que realizar.
El motivo que desencadenaba una traba en mi, era una vieja envidia familiar, y como preguntando se llega a Roma, en la consulta encontré el nombre y apellido. Dato que la verdad no me sorprende ni me importa.
Si me tengo que fijar por los tránsitos energéticos de los últimos años, no me sorprendía estar predispuesta a realizar un ritual de curanderísmo, esa fue la solución propuesta. Sin dudar, y con la única aclaración de no querer hacerle mal a nadie, puse mi cuerpo, mente y alma a esta nueva experiencia. Toda una revelación para esta terca capricorniana.
No solo tengo al volcán transformador sobre mi energía de lucha, también la espiritualidad viene de la mano con el transito de la inspiración en contacto con mi mundo emocional, y para no ser menos el rayo revolucionario también protesta desde lo mas alto de mi base energética.
Así que el momento era mas que propicio, y no lo negué. Lo interesante era el desafío de encontrarme con situaciones ajenas a mi vida conocida, una sola cosa me inquieto, pero tampoco retrocedí, luego de preparar todo el material para hacer mi limpieza y esa apertura de caminos, mi amigo saca algo que yo como experta desconocida llame cuchilla, en realidad era un machete.
Me lo muestra como un objeto muy valioso para él, y lo guardó en su mochila. Con la atención de una gacela no perdí de vista el recorrido que iba haciendo esa mochila, hasta llegar a la parte trasera de la camioneta.
Como buena porteña desconfiada, por momentos pensé que podía estar cerca el final de mi vida, desconfiada y extremista.
En el camino hacia el aeropuerto sin uso, se desvío para pasar por la casa de un escritor, justo esta persona no estaba, y la verdad yo veía como la ciudad iba desapareciendo y el descampado tomaba terreno. Así que en ese instante esboce un intento de evitar continuar, y confesé tenerle miedo a la "cuchilla".
Este amigo con la paciencia que me tiene, se rió y me contó que jamás me haría daño, y que en su pueblo la gente muere por vieja o por suicidarse, pero no hay asesinatos.
Ya con las cosas claras, continué con la vivencia de semejante aventura, llegamos al final de la ruta, justo a la entrada del aeropuerto internacional que no funciona.
Toda una experiencia bien oscura, plutoniana, neptuniana... si luego de varios meses la estoy escribiendo es que salio bien... =)

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