miércoles, 6 de abril de 2011

DE MAGA A SACERDOTISA

En un mundo donde la velocidad te atrapa es difícil incluir la vida natural, ese contacto con nuestra Madre Interior, la que nos cuida, protege y enseña las reliquias del tiempo.
Tantas veces nos empeñamos en acelerarnos, y nuestra mente busca la realización en el instante, no tiene esa paciencia interna, aunque en el fondo sabe que cada proceso debe gestarse, alimentarse, y desarrollarse, para eso la espera es esencial.
Cuando la necesidad nos presenta algunas de sus caras, tenemos que dirigir nuestras energías en poder encontrar la creatividad que nos ayude a pasar un momento determinado. Ahí es cuando entra en escena esa Maga interna.
Esa fuerza que desarrolla con las herramientas que encuentra, la apertura para crear nuevas posibilidades, o tal vez dar alguna respuesta que a simple vista parece como mágica, ocurrente, siempre con la idea de iniciar algo nuevo en nuestras vidas, pero con algún fin productivo.
Tantas veces me encontré en situaciones de las cuales no veía a simple vista la solución inmediata, pero en el fondo de mi ser sabía que algo nuevo iba a surgir y con esa iniciativa alguna vuelta le iba a encontrar al momento.
Una noche mientras caminaba por la calle mientras iba a mi primer acercamiento a esta maravillosa fuente de descubrimiento personal que es la astrología, sabiendo que mis reservas materiales con cada día tenían menos contenido, mire al cielo, y desde lo más profundo de mis entrañas solicite un deseo… que esa materia escasa me lloviera. Y el diluvio llegó, no fue casualidad, alguna externa conexión intervino, no era la primera vez, aunque por medio de la inexperiencia no puse alguna condición y el exceso se apodero de mí. Si bien no fue en el caso del dinero, pero si la falta de límites en la explotación laboral, comenzamos con un primer trato de una semana de diez día de corrido, donde las jornadas eran de doce horas.
Pero iba a ser súper temporal, pero se extendió cuatro meses. Era algo conocido, pero a la vez diferente, llegaba en un momento no muy esperado, pero si deseado. Y como lo necesitaba, lo acepte.
Era el comienzo de un nuevo cambio, eso es ser Maga, de salir adelante como si fuera un sueño, con la capacidad de generar algo nuevo junto a las herramientas que ya poseo, es la posibilidad de comunicar para producir.
En realidad, ese espacio de tiempo generó en mí una instancia de renovación para poder dejarle lugar a la aparición de esa maravillosa Sacerdotisa, energía intuitiva lunar.
El camino recorrido por ese Mercurio creativo, lleno de posibles comunicaciones nuevas a esta instancia donde la conexión con el tiempo, la posible gestación de nuevos proyectos, la sabiduría interna femenina, me hace abrir una puerta enorme a la paciente sabiduría, el contacto con la intuición.
Hay momentos en los que una esta mas conectada con sus propias energías y la Maga por momentos se cansa y le deja lugar a la Sacerdotisa…
Es así como lentamente y con paciencia una va descubriendo cada momento… las dos al mismo tiempo no resultan aparecer… en este momento acudo a tus brazos… sabia paciencia… mañana podre poner en acción la potencial creación.
Con el amado tiempo integro estas necesarias energías… de SACERDOTISA A MAGA, según el día.
De Mercurio a la Luna, según cada situación… hoy tu luz me ayuda… mañana tu arte de comunicar iniciará algún nuevo camino.

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